Reseña Arena Naucalpan
Domingo 18 de octubre de 2009
Texto y fotos: Diego Mejía Eguiluz

Una cátedra de lucha libre fue lo que el público asistente a la arena Naucalpan pudo presenciar este domingo en el combate estelar de la velada.

La Dinastía de la Muerte (Traumas I y II y el Negro Navarro) enfrentaron a los campeones de tercias del Estado de México, los Terribles Cerebros (Doctor Cerebro, Cerebro Negro y Black Terry) una edición de más de un duelo que ya se convertido en clásico en las filas del Grupo Internacional Revolución.

Desde que sonó el silbatazo para dar inicio a la batalla, los seis participantes se enfrascaron en un duelo de llaves y contrallaves que constantemente arrancaba los aplausos de los aficionados.

Trauma II y Black Terry fueron los encargados de abrir las hostilidades. A cada llave que alguno de los luchadores colocaba, el rival encontraba la contra y aplicaba un castigo mayor.

Lo mismo ocurrió al llegar el primer relevo de la batalla. Trauma I y Doctor Cerebro continuaron con el ritmo establecido en el combate. Por un momento parecía que Doctor Cerebro sacaría ventaja pues en un castigo a la pierna el Trauma I se resintió del tobillo, pero el enmascarado pudo continuar en la batalla y no cedió terreno ante su adversario.

Negro Navarro y Cerebro Negro fueron los siguientes en enfrascarse en el intercambio de llaves y no desentonaron en lo absoluto con lo mostrado por sus compañeros.

Tras ese primer intercambio de conocimientos, los Traumas y el Negro Navarro tomaron ventaja al rendir a sus oponentes para tomar la delantera.

La segunda caída sirvió para demostrar de qué están hechos los seis gladiadores. Trauma II continuó con un recio intercambio de llaves con Black Terry; Doctor Cerebro calaba los conocimientos de Trauma I y Negro Navarro y Cerebro Negro no daban su brazo a torcer.

A pesar de encontrarse lastimado del tobillo y de necesitar de la intervención del médico de la arena, los deseos del Trauma I por seguir en la batalla eran mayores.

Los Cerebros variaron la estrategia en la segunda caída y en una segunda ronda de llaveo intercambiaron rivales, lo cual por un momento desconcentró a la Dinastía de la Muerte y fue suficiente para que se empatara la lucha.

Para la tercera y definitiva caída, los Cerebros salieron con todo. Aparecieron los golpes con el antebrazo y los raquetazos, pero los Traumas y el Negro Navarro contrarrestaron valiéndose de la velocidad.

Gracias a uno de los golpes que le propinó uno de los Cerebros, Trauma I sufrió una cortada en la frente y comenzó a sangrar copiosamente, lo cual le nubló un poco la vista.

Aunque por momentos se olvidaron de las llaves, los seis contendientes regresaron al camino que habían trazado desde el inicio de la contienda. Cerebro Negro atrapó a Trauma I con su especialidad, el Cerebro Driver, mientras que Doctor Cerebro aplicaba la Cerebrina a Trauma II. Mientras el réferi el Grillo contaba las tres palmadas a los enmascarados, al mismo tiempo el Negro Navarro atrapó a Black Terry con castigo al brazo y al cuello, arrancando la rendición del capitán de los Cerebros.

Por unos momentos reinó la confusión, pero los réferis Reyes Rosas y Grillo optaron por decretar un empate bajo el argumento de que la rendición del capitán de los campeones de tercias fue al mismo tiempo que la eliminación de dos de los integrantes de la Dinastía de la Muerte.

Caballerosamente, los seis luchadores aceptaron la decisión y se felicitaron mutuamente por el combate ofrecido a la afición.

Negro Navarro tomó el micrófono y pidió una oportunidad por el campeonato de tercias en poder de Terry y los Cerebros, a lo que Black Terry respondió que aceptaban gustosos el reto, a la vez que felicitaba a los Traumas y al Negro Navarro por su desempeño en esta batalla.

Como colofón, los aficionados premiaron a las dos tercias con una merecida lluvia de dinero y aplausos.

En el encuentro semifinal, las japonesas Nakajawa Tomoka y Kimura Kioko midieron fuerzas en contra de Flor Metálica y Joselín.

Molesta porque Emoto Atzkuki no se presentó, Flor Metálica comenzó a corear que la japonesa no se presentó porque le tenía miedo. Esto desató la ira de Nakajawa y Kimura, quienes comenzaron la batalla buscando rendir en todo momento a sus oponentes.

Sin embargo, dice el refrán que el que se enoja pierde y esto aplicó a la perfección en el caso de las niponas, pues fueron dominadas en la primera caída por las gladiadoras mexicanas, que se impusieron de manera relativamente rápida en la primera caída.

Con el orgullo herido, las integrantes de la Revolución Amandra hicieron a un lado cualquier consideración que tuvieron con las mexicanas e iniciaron una labor destructiva sobre sus rivales, siendo Flor Metálica la más afectada.

Valiéndose de una cadena, así como de agresiones en el área de refrigeradores, las orientales no tuvieron piedad para con sus rivales.

El ataque dos contra una fue bastante efectivo y pronto Flor Metálica quedó lastimada del hombro, producto del brutal castigo que recibió por parte de ambas rudas. Joselín poco pudo hacer por ayudar a su compañera, pues Nakajawa no le permitió involucrarse en el combate.

Las japonesas se engolosinaron en el castigo y ahí radicó su error, pues incluso empujaron al réferi Reyes Rosas. Eso, al igual que el exceso de castigo sobre el hombro de Flor Metálica, motivó que el Grillo otorgara la victoria por descalificación a las mexicanas.

A Kimura Kioko y Nakajawa poco les importó haber perdido en dos caídas consecutivas y se retiraron a los vestidores contentas por haber impuesto su ley.

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El evento especial resultó ser una lucha bastante movida. Los rudos Fantasma de la Ópera, Avisman y Alan Extreme (quien subió de emergente) salieron con todo sobre la tercia conformada por Chico Che, Bushi y Exodia.

El campeón de peso ligero de IWRG, Avisman, buscó de inmediato hacer valer su condición de monarca, y le dio una repasada tanto a Exodia como a Bushi. Fantasma de la Ópera, fiel a su estilo, también hizo gala de la violencia que lo ha caracterizado. Por su parte, Alan Extreme, quien por lo regular defiende la esquina técnica, se sintió bastante cómodo combatiendo al lado de los malosos y resultó ser un buen complemento para la tercia ruda.

A pesar de que lograron reaccionar, un resbalón de Exodia al intentar un vuelo hacia fuera del ring dejó a su escuadra en desventaja. Aun así, Chico Che estuvo a punto de hacer la chica al rendir a Alan Extreme en la tercera caída, pero no resistió los tirantes a los brazos que le aplicara el Fantasma de la Ópera y no le quedó de otra más que rendirse, y al ser el capitán de su tercia, la victoria correspondió al bando rudo.

En el segundo combate de la noche, los exóticos Miss Gaviota y Diva Salvaje tuvieron una amarga reaparición en contra de Carta Brava y el Hijo del Signo.

Los rudos se impusieron en tres caídas, aunque con trampas, pues Hijo del Signo se apoyó en las cuerdas mientras detenía a la Diva Salvaje en toque de espaldas.

Molestos, los exóticos exigieron una revancha.

En la de calentar la lona, Dinamik Black se impuso en tres caídas al Extraño.

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