Hace tres años y medio, Dragonfly comenzaba a cosechar los frutos del trabajo en el gimnasio. Su nombre ya era una constante en las carteleras del Grupo Internacional Revolución, y se le comenzaba a considerar para las eliminatorias importantes. Un accidente dentro del ring puso freno a su ascendente carrera , y lo que se pensaba era una lesión no tan grave en el codo, lo mantuvo fuera de los cuadriláteros por casi cuarenta y dos meses.
Ahora, tras varias operaciones, Dragonfly está de regreso en los cuadriláteros y le platica a los lectores de Thegladiatores.com acerca de cómo le afectó esta lesión y el proceso de rehabilitación al que se sometió.
Diego Mejía Eguiluz nació en la segunda mitad del siglo XX, pero no recuerda la fecha exacta porque apenas era un bebé. Empezó a escribir a los cuatro años, pero siempre reprobó en las clases de caligrafía. Ha sido asistente de producción tanto en teatro como en televisión, guionista de un programa cómico que se transmitía en el canal 40, periodista deportivo, corrector de estilo y editor de literatura infantil y juvenil. Aficionado a la lucha libre desde hace treinta y cinco años (más o menos), no logró su sueño de ser esteta profesional pues en aquella época no había mucho trabajo para los minis. Por lo mismo, tuvo que conformarse con luchar contra su almohada, pero siempre perdía. Es autor de cuatro libros, entre ellos Una aventura patológica (Porrúa, 2009), con el cual no se ha ganado ningún premio, pero hizo reír a su mamá y con eso se da por bien servido, y Tres caídas, publicado en 2011 bajo el sello TheGladiatores.com. Desde 2008 combina su trabajo editorial con la crónica de lucha libre y actualmente intenta recordar dónde dejó las llaves de su oficina.