Texto y fotos: Diego Mejía Eguiluz

En la primera función dominical de septiembre, el Grupo Internacional Revolución organizó su tradicional Gran Cruzada, en la que veinte gladiadores se enfrentarían en una batalla campal intentando eliminar a sus rivales sacándolos del cuadrilátero por encima de la tercera cuerda, con la motivación de que el ganador de la justa se convertiría en retador oficial para el campeonato de su peso.

Durante poco más de media hora, los veinte gladiadores dieron lo mejor de sí y en todo momento intentaron deshacerse de sus oponentes, sin importarles si pertenecen o no al mismo bando.

Lo que en un principio era un festival de violencia por doquier, poco a poco fue quedándose sin competidores, hasta que quedaron sólo cuatro en la batalla: Máscara Sagrada, Veneno, Shu el Guerrero y X-Fly. A pesar de sus intentos por salir avante con su célebre karate, Veneno quedó eliminado, lo mismo que el también conocido como Tigre Blanco, dejando todo en manos de Shu y X-Fly para definir al triunfador.

Shu el Guerrero intentó hacer válida su mayor experiencia, pero en esta ocasión el que resultó más colmilludo fue X-Fly, quien aprovechó cuando el enmascarado subió a las cuerdas para intentar una plancha y lo empujó hacia abajo del encordado.

Con esta victoria, X-Fly se convierte en el retador oficial al título de peso completo en poder del Hijo de Dos Caras.